Sorprendente una vez más. El gobierno de Sánchez tiene la capacidad de asombrarnos de tarde en tarde para sacarnos del aburrimiento o la indignación que nos produce la falta de actividad gubernativa, pero en este caso nos coge desprevenidos.
España se oferta a Europa como receptor y redistribuidor del gas argelino en plena crisis energética y afrontando la aun peor posibilidad de una tercera guerra mundial, con Ucrania masacrada y los gobiernos europeos intentando dar una salida digna a la situación. Pero el gas argelino llegaba a través de Marruecos y la situación de enfrentamiento político entre los dos países precisamente por la defensa y acogida del pueblo saharaui por parte del Gobierno argelino, cortó la vía ya existente, redirigiéndose el abastecimiento mediante transporte marítimo directo de gas licuado a la península e incluso con el planteamiento de nuevos gaseoductos. Sería un buen tanto a favor de la economía nacional
Pero el desequilibrio interno del gobierno español le ha llevado a negociar lo antes expuesto al tiempo que negociaba con el gobierno de Marruecos la traición al pueblo saharaui, cerrando su conflicto diplomático por un lado y abriéndolo por otro precisamente con quien podía representar un pacto económico sumamente necesario, Argelia.
Se decide solucionar el tema de Marruecos, que es tanto como decir el acoso a Ceuta y Melilla con los asaltos a las vallas consentidos por el gobierno alauí, entregando a los que ha llamado hermanos, a los que ha defendido ante la ONU, a los que ha protegido durante años.
Por cierto, no olvidemos el acuerdo Marruecos, Israel, USA, piedra en el zapato que puede estar quieta en la puntera o moverse incómodamente por el zapato y la libertad, independencia y dignidad que tanto hemos defendido del Sahara Occidental, poco o ningún valor representa para quienes consideran que esos valores no son útiles en el mundo en el que estamos.
Nosotros pueblo carlista, seguimos en la línea que ha marcado siempre nuestro camino.
VIVA EL SAHARA LIBRE.
D.
