La falta de atención sanitaria en Madrid en la medicina de familia y pediatría, es una realidad; la interpretación varía si viene de profesionales y usuarios, o nos basamos en la información oficial de la Consejería de Sanidad.
Recordemos: Cuando en el brote mas virulento de la pandemia urgió la contratación temporal de médicos y sanitarios, dada la precariedad de personal que ya entonces padecía la sanidad madrileña; meses después la situación laboral de todos ellos volvió a la “normalidad”, paro o contrataciones temporales de, incluso 24 o 48 horas, contratos encadenados unos con otros sin futuro. Volvió por tanto la situación anterior deficitaria de médicos y sanitarios principalmente en asistencia primaria, con centros cerrados en zonas de alto numero de población y pueblos sin su medico rural tan necesario sobre todo en aquellas en las que la avanzada edad de los habitantes requiere una asistencia continuada.
Esta situación se ha venido arrastrando sin buscar solución ; según informa la Comunidad hay falta de fondos suficientes para aumento de personal, mientras en la faraónica obra del Zendal hospital sin quirófanos ni cocinas, con baños compartidos y lo que es peor, con una plantilla flotante de profesionales derivados de su puesto de trabajo habitual, ya no el coste inicial , sino el mantenimiento viene siendo millonario, con una ocupación en tiempos normales de unas 30 camas. (En el actual brote epidémico, han sido desviado enfermos de de los grandes centros sanitarios, sin previa información a pacientes y familiares).
Se hace urgente una remodelación sanitaria.
En octubre pasado la Comunidad de Madrid agrupa 80 centros sanitarios 24 horas; 37 de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), cerrados durante la pandemia; 40 Servicios de Atención Rural (SAR); el centro de Urgencias Extrahospitalarias (CUE) de El Molar, atendido por SUMMA 112, y la Casa de Socorro de Alcalá de Henares.. Son Centros necesarios sin duda, pero ¿han salido a concurso o se ha contratado personal específicamente para ello?. No, la solución se da con la movilidad de los sanitarios ya en plantilla.
Teniendo en cuenta la desviación de médicos a los nuevos centros de 24 horas, los que quedan en los Centros de Salud vienen atendiendo en la mayoría de los casos 70 pacientes por día, se hace imposible una atención adecuada, y no solo eso sino que un 92% de ellos debido a la carga de trabajo sufren agotamiento emocional.
Es en noviembre cuando la Sanidad madrileña, tras intentos de dialogo con la Consejería, va a la huelga, sus reclamaciones son tanto laborales como económicas y de aumento de plantilla, algo totalmente justo en cualquier ámbito laboral. Pero la población se ve desasistida y es cuando la Comunidad de Madrid aprovecha para demonizar a los sanitarios, y los que otrora aplaudieron su sacrificio, no respaldan en el día a día su postura con la fuerza necesaria para hacer recapacitar a la dirección.
Tenemos el inicio de una nueva crisis respiratoria, en unos días hemos visto como las UCI y las Urgencias sanitarias de Madrid se han visto bloqueadas, y pese a su difícil situación, la huelga se ha suspendido hasta normalizar en lo posible la situación sanitaria; hoy el paro ha vuelto, los representantes del sindicato AMYTS (Asociación de Médicos y Titulares Superiores de Madrid) han retomado el encierro tras nuevos intentos infructuosos de diálogo.
El Consejero de Ayuso, Sr, Escudero, hace pública la información de que se reclama una subida lineal por parte de los huelguistas. SI efectivamente, ellos, como todos los trabajadores de este país dada la inflación que estamos padeciendo necesitan un reajuste salarial además de contar con medios y personal suficiente para una mínima atención sanitaria de la población de “la mejor Comunidad Autónoma de España, ejemplo para todos “en palabras de la Presidenta.
Mientras, y esto es lo penoso, en la puerta de los consultorios los madrileños seguiremos leyendo carteles: “hoy no hay médico”, “el servicio de pediatría queda suspendido”, “pida cita telefónica” para teléfonos que no contestan.
Todo lo expuesto no es mas que una realidad, ahora que cada uno saque la conclusión que quiera y “mañana”, cuando las batas blancas salgan a la calle, tendremos conocimiento suficiente para unirnos a ellos o quedarnos en casa hasta que, en otra ocasión, tengamos que salir a aplaudir a la ventana, porque ELLOS SI ESTARÁN AHÍ. D
