¿Son solo imágenes?, ¿es acaso una manipulación más o se trata de la asquerosa realidad en la que estamos inmersos en pleno siglo XXI?
La rutina hace de las tragedias algo pasajero, son unos días de asombro y quebranto por un terremoto, un incendio, una guerra, pero los desastres naturales debemos asumirlos como algo en lo que por negligencias generales tenemos culpa, los otros, las incesantes y continuas guerras por todo nuestro viejo mundo solo es culpa de quienes lo habitamos.
Hoy, hace unos días, lo que algunos dicen “recrudecimientos de la crisis en la zona”, ha dado paso a otra guerra más, lo hemos visto llegar a goteo, un atentado, una violación de derechos, una profanación de templos o sepulcros… todo estaba dentro de la anormalidad “normal”, hasta que la bomba de relojería explosionó.
Cuantas veces hemos comentado sobre quien se beneficia de las crisis, la venta y fabricación de armamento, recogida en la Constitución Europea, los poderes fácticos, los líderes extremistas; cuantas veces hemos visto imágenes de nuevos asentamientos, de usurpación de tierras, de muros infranqueables; cuantas veces hemos temido lo peor, y por desgracia, la chispa de las provocaciones ya salto.
Decía un corresponsal de guerra, y esos sí que saben, que en estos días se notaba que hervía mucho en la zona una intranquilidad palpable, y lo raro es que el imponente servicio secreto israelí, el Mosad, no notara, que el país en manos de extremistas radicales estaba provocando conflictos dentro y fuera de su territorio, que los palestinos estaban sufriendo represalias brutales en operaciones de castigo, que Irán… que Líbano… que EE.UU. Lo cierto es que un país en crisis grave interna, ahora ante la desgracia se ha unido para luchar, fin de un problema interno, unos y otros fieles al común “ojo por ojo”. Los otros ¿pero quienes son los otros?, el pueblo palestino necesita vivir en paz, pero de la opresión nace la ira y la venganza, porque no todos son terroristas, no todos militan en radicalismos, y en realidad un ataque terrorista como el que intentamos analizar, es negativo para el pueblo al que hoy señalamos como agresor, vivir encerrados, la prisión en la que se había convertido Gaza, y sin remedio, va a convertirse en un cementerio gigante y eso no es lo que su pueblo esperaba de sus hijos supuestamente liberadores.
Adonáis (nombre sefardí de Dios) dio una promesa a un pueblo, le daría su tierra, pero a la vez hablo a Agar,(para quien no conozca aquella historia Sagrada de la infancia, era la esclava de Abrahám con quien tuvo su primer hijo Ismael, y a los que se expulsó al desierto) salvo a la mujer y a su hijo y les prometió un largo y fecundo futuro en las tierras desérticas en que agonizaban; Dos promesas, dos historias, dos enfrentamientos que vienen desde 1.300 años a.C. ¿acaso solo es válida una lectura de la Biblia?
De esa historia milenaria al presente, eternamente solo una rea las muertes sin sentido, la violencia y crueldad inhumana de ambas partes y sobre todo la sangre de los inocentes.
Habrá vencedor y vencido, no sabemos cuando ni con que apoyos, y será una página más de la historia, como aquella en que un simple pastor encontró una piedra y una honda y se libero de los que decían ser dueños y señores de vidas y almas.