Ha sido tanto, tan confuso y decepcionante todo lo que estos meses ha venido ocurriendo en este país y en el mundo que nos rodea, que las palabras se perdieron en una profunda confusión y terminaron por no tener sentido.
Mal año ha sido para la convivencia, el clima esta un tanto alterado política, económica y socialmente, los líderes se han contaminado de ansia de poder, la peor enfermedad de la democracia, e incluso en los niveles mas sencillos (como en los pequeños partidos políticos o asociaciones), la falta de diálogo es la norma a seguir, el enfrentamiento y la discordia.
Los de “arriba” aquellos que fueron elegidos como mejores entre los mejores, no han sabido ni querido ser y cumplir con lo que les entregaron para dirigir, y solo la ambición de las élites marca el futuro.
Pero este pueblo es increíblemente duro, ha resistido y resistirá. Las nuevas generaciones verán en su momento que la solución no está en ignorar, que la voz del pueblo manda si es preciso.
A las puertas de un nuevo curso político, (la costumbre de los años escolares que inicia el año al final del verano permanece), nosotros los carlistas tenemos que dejar oír nuestra voz. Catalunya y confederación, desigualdades subsanables motivadas por una Constitución ya obsoleta; soluciones a una realidad imposible, las migraciones; reindustrialización del país, convertido en un gigantesco bar de copas.
Derecho a la vivienda, problema okupa, soluciones de los estamentos oficiales y protección de la propiedad privada; contaminación ambiental, de nuestras aguas cada vez más contaminadas; el campo, nuestra agricultura y ganadería, la pesca, las tres han sufrido las imposiciones de la UE de forma que solo grandes propietarios y multinacionales, pueden mantener la sostenibilidad del producto y su beneficio….. son tantas cosas….! Y no olvidar algo tan indispensable para una democracia: revitalizar el orden de dirección, los poderes, que hoy por hoy han perdido su auténtico valor y ejercicio.
Si los ciudadanos dejamos de creer en la Justicia, rechazamos la labor del Legislativo por errar tantas veces y no cumplimos e ignoramos lo que el Ejecutivo dispone, solo estaremos retrocediendo a un punto peligrosamente ya conocido.
Pagina en blanco (amarillo) es nuestro primer mensaje, debemos llenar de ideas, mensajes de lucha y esperanza, críticas positivas, informaciones verídicas que animen a encontrar el camino y seguir por él, y sobre todo que nuestras letras sean la vitamina que nos anime a luchar por mantener y ampliar los derechos que tanto costaron alcanzar y a cumplir con los deberes que en una democracia real tienen todos los ciudadanos y más aún los que se suponen guías de la sociedad.