JORNADA MONOGRAFICA MUSEO DEL CARLISMO
Por Museo del Carlismo se entiende el oficial que a partir de 2010 se estableció en el llamado Palacio del Gobernador de Estella-Lizarra y cuya creación fue aprobada unánimemente por el Parlamento de Navarra tras lo cual se alcanzaría un acuerdo con el Partido Carlista a nivel del entero estado como propietario de tan excepcional patrimonio histórico y cultural aunque representado por el de Navarra por ser el depositario de tan excepcional legado histórico y político conservado a través del tiempo y pese a las numerosas vicisitudes vividas tanto por el pueblo como por el partido.
La labor de tal museo, su actividad, ha sido constante desde su inauguración con sucesivas exposiciones y publicación de libros e incluso la celebración cuatro años sucesivos de unas Jornadas en las que participaron diversos especialistas favoreciendo con todo ello que los fondos que custodia hayan aumentado significativamente. Sin embargo, el conocimiento de su existencia se ha limitado para el gran público al ámbito municipal en el que está instalado y, escasamente, al resto de Navarra.
Entendiendo que tal situación no debía prolongarse la dirección del museo ha iniciado una política de expansión informativa y de intercambio con otras instituciones similares o que por motivos varios puedan ser interesantes a su política de conocimiento expansivo mediante intercambios diversos tanto de experiencia museística como de material a exhibir.
Ha sido esta política de enriquecimiento mutuo lo que ha movido a programar y celebrar el pasado día 12 de este mes de diciembre una Jornada Monográfica en Madrid, concretamente en el museo Cerralbo y ello en razón a que tal ámbito cultural celebra el centenario de su creador y contiene números objetos y un interesante archivo de su fundador que tanto con Carlos VII como con su sucesor Don Jaime ostentaría la responsabilidad de Jefe del Partido Carlista en dos etapas de finales del siglo XIX y principios del XX hasta que influido por el tradicionalista Vázquez de Mella abandonó tal responsabilidad aunque sin sumarse a la traición antipartido de tal “tribuno” y menos a su acatamiento público y oficial al borbón reinante.
Los representantes del museo de Estella expusieron en primer lugar su línea de actuación hasta el presente y los objetivos que se pretenden alcanzar afirmando que su labor no se circunscribe tan solo al concreto y limitado espacio museístico sino a salvaguardar todo cuanto relacionado con el Carlismo se conserva y pervive de tan importante legado en la sociedad navarra.
Tras su extensa y prolija exposición de realizaciones y objetivos expuestos por los representantes del museo de Estella se abrió por la actual directora del Cerralbo un turno de preguntas a cargo de los asistentes. Quien esto narra intervino en primer lugar manifestando que el interés que por los responsables del museo se expresa en preservar cuanto se relacione con el Carlismo no se acredita respecto, por ejemplo, al abandono del monumental mausoleo del cementerio de tal población donado por Carlos VII, ni tampoco al no restituir la placa dedicada a Dª Margarita y que fue arrancada del claustro del monasterio de Iratxe; por otra parte, y pese a que en el acuerdo suscrito con el Partido Carlista para la creación y cesión de su patrimonio histórico se establecía que hubiese un Consejo asesor permanente con representantes del partido actualmente no se cumple tal requisito; asimismo manifesté que fue ejemplar la colaboración del Gobierno de Euskadi que pagó, con un importe de 20 millones de las antiguas pesetas, la restauración de diversos objetos textiles del entonces futuro museo y ello tan solo a cambio de poder exhibir lo restaurado por espacio de 5 años en un museo de Bilbao, lo que no fue cumplido por el Gobierno de Navarra; igualmente expresé mi opinión respecto a que el espacio expositivo actual del museo es demasiado reducido, en especial el de la galería superior del patio, y corregí algún error como el de que Pérez Nievas había sido procurador en Cortes.
Tras lo anterior me dirigí a la directora del museo Cerralbo para expresarle que consideraba inaudito e insultante que teniendo en cuenta el acendrado carlismo de Cerralbo, a los objetos que el museo conserva se le haya dedicado a lo que oficialmente se le denomina “espacio carlista” un estrecho y mal iluminado pasillo con diverso objetos, entre ellos el gran retrato de Carlos VII que Cerralbo tenía presidiendo su despacho de trabajo, a lo que la directora me respondió que así constaba en el inventario que se le entregó al tomar posesión de su responsabilidad en el museo, burda excusa a la que le replique que durante años lo había visto en el indicado despacho y que dada la lealtad y admiración de Cerralbo hacia Carlos VII eso era imposible. La directora me respondió cortante que había otras personas que debían intervenir. Al final se acercó a mí y me dio muy amablemente diversas publicaciones y hasta tarjetas de los dos museos. Veremos si rectifica en cuanto a lo del pasillo, del que se muestran dos vistas tomadas el día anterior de esta sucinta crónica informativa. Estaremos atentos respecto a los frutos de la relación museística que motivaba el acto. E.
